Puede ser que ahora, más que nunca, necesitemos de experiencias y vivencias que nos llenen el corazón, que nos alegren el espíritu y que nos motiven a renovarnos y ver nuestras vidas de distinta manera. Pero es algo que en realidad el ser humano ha buscado y necesitado siempre, y donde usualmente lo encuentra, es en los viajes.
Estos días nos hemos dado cuenta de lo importante que es el renovar nuestra rutina diaria, de estar fuera de casa, del contacto con otras personas, y en un viaje esto se potencializa al máximo. Solo piensa en lo bien que nos hace sentir estos días el simple hecho de salir al supermercado y comprar nuestra comida. Esto es porque somos seres que no estamos hechos para el aislamiento y que necesitamos de la exploración, de disfrutar de la grandeza que brinda el mundo.
En este artículo repasaremos algunos de los beneficios psicológicos que nos dan los viajes, los cuales están cada vez más cerca de nuestras vidas otra vez y de sobra está el recomendarte uno en cuanto puedas.
Para la mayoría de nosotros, la vida laboral representa un inevitable nivel de estrés que en una u otra medida, es la principal fuente de enfermedades que nuestro cuerpo recibe, ya sean físicas, mentales o psicosomáticas. Estamos tan sumergidos en nuestros trabajos y en que todo salga bien en ellos que no nos detenemos a disfrutar de las maravillas que nos regala un día común en nuestro entorno habitual. Hay que salir de viaje a otro lado y darnos cuenta de esto, es como si al bajar del avión, recibieras una bofetada que te despabilara y te hiciera ver que estás en esta vida para disfrutarla, no para preocuparte.
Otra forma en la que conocer otro lado del mundo va a ayudarte psicológicamente es haciéndote perder el miedo irracional que a veces se tiene a lo diferente. Una cultura desconocida de la que se tienen prejuicios, una ciudad de la que se piensa que es peligrosa o incluso una raza que no creíamos que fuera compatible con nosotros. Estos prejuicios no están fundamentados y al adentrarte en estas nuevas tierras, no te quedará ninguna duda de que lo único que podrás sacar de ellos, es enriquecimiento puro. Conocerás gente nueva que nunca imaginaste que estaría dentro de tu círculo y descubrirás todo un nuevo mundo que merece ser apreciado. La xenofobia es en realidad la más absurda de las fobias.
Y hablando de miedos, puede ser que a muchos les parezca que el simple hecho de viajar a otro país o de tener un viaje en solitario, sea aterrador. Pero sabemos que los miedos se superan enfrentándolos y que hasta que no tomes esas vacaciones en solitario, no te darás cuenta de que no hay nada que temer, de que te sientes bien estando contigo mismo y de que realmente no pasa nada; ni nos van a robar por las calles ni acabaremos perdidos sin nunca poder regresar a nuestra casa.
Algo fundamental para estar sanos y felices con lo que tenemos en nuestra mente es el autodescubrimiento; conocernos, aceptarnos y querernos por lo que somos, y viajar es la mejor forma de conocerse a uno mismo. Vamos a descubrir cosas que no sabíamos que nos apasionaban, gente que no creíamos que algún día serían nuestros amigos y nos hará capaces de vernos desde fuera, desde otro punto de vista.
Otro aspecto muy importante que nos da el viajar es que nos hace poner las cosas en perspectiva. Nos hace ver cómo viven otras culturas que muchas veces tienen dificultades infinitamente mayores a las nuestras, y así despertar de nuestra burbuja y volvernos empáticos al dolor ajeno, saber que somos todos una misma humanidad y que la solidaridad es la que nos va a salvar.
Todo esto nos traerá beneficios inmensos a nuestra mente. Liberaremos endorfinas al por mayor, regresaremos con anécdotas que nunca olvidaremos y nos pondrán una sonrisa enorme al contarlas a amigos. En verdad es la mejor inversión que podemos hacerle a la mente, el cuerpo y el espíritu. Sigamos viajando, viajeros.